Pero yo dije: Por demás he trabajado, en vano y sin provecho he consumido mis fuerzas; pero mi causa está delante de Jehová, y mi recompensa con mi Dios”.

Isaías 49:4.

¿Qué significa este versículo? Significa que, aunque no he logrado lo que esperaba, tengo mi justificación con el Señor. He trabajado mucho y aparentemente sin efecto, pero mi justicia está con Dios. En otras palabras, tanto si estoy justificado en mi trabajo como si no, no obstante está ahí con Él. Él no sólo es mi justicia, sino también mi recompensa.

“A pesar de que soy incapaz de efectuar nada con la casa de Jacob y los hijos de Israel, estoy seguro de que recibiré la recompensa que Dios me dará. Y por lo tanto, estoy satisfecho en mi corazón. No murmuraré ni me entristeceré”. Tal es la actitud de nuestro Señor.

Esto nos muestra una cosa: que no debemos tener ninguna relación directa con nuestro trabajo, con las cosas o con las personas; sólo podemos tener relación directa con Dios. Si mantenemos una relación directa con el trabajo, las cosas o las personas, nos sentiremos heridos y desconsolados en caso de que hallemos alguna frustración o dificultad.

Pero si nuestra relación directa es solo con Dios, aún podremos alegrarnos cuando seamos rechazados por los hombres, nos enfrentemos a dificultades o suframos una aparente derrota. Puesto que estamos directamente relacionados con Dios, ni la ganancia ni la pérdida son capaces de tocarnos. Solo una cosa nos preocupa: si tenemos o no nuestra justicia y recompensa con Dios. Si nuestra justicia está con Dios, nuestra recompensa también está con él.

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