Gratitud al Señor

Con mucho gozo recibimos la revista Aguas Vivas. Damos gracias a Dios por el envío de las revistas, rogándole os permita continuar adelante en ese hermoso ministerio de predicación del evangelio y edificación del cuerpo de Cristo. Los mensajes nos muestran, por una parte el cumplimiento profético de las Escrituras en lo referente a las señales antes de la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo, y por otra parte nos muestran el rol de la iglesia como luz en la oscuridad y como sal de la tierra. ¡Bendiciones abundantes en Cristo!

Rafael Gómez, Colombia.

Crecimiento y madurez

Qué tremenda esa frase al final de la sección Cartas: “Toda bendición procede de Dios; por tanto, toda la gloria es para Dios”. No conozco la historia de la revista, pero sin duda, ella trae gloria a nuestro Dios. He compartido muchas meditaciones halladas en sus ediciones, compartidas por instrumentos del Señor muy usados en el crecimiento y madurez del Cuerpo de Cristo. He encontrado en ellas muchos testimonios, parábolas y reflexiones que hemos disfrutado y aprendido. Saludos a todos los que se esfuerzan para ofrecer un fruto pulido a sus hermanos.

Carlos Caballero, USA.

Gesto de amor

¡Con qué fidelidad los hermanos nos envían la revista! Dios nos ha permitido extendernos, trabajando por las casas. En esta labor, ustedes tienen una parte muy importante, pues la revista Aguas Vivas y el mensaje de la palabra de Dios que aparece en ella se está impartiendo a cientos de hermanos y amigos. Gran parte del avance aquí se lo debemos a ustedes. Confiamos que los resultados se puedan ver en la eternidad. Reciban nuestra gratitud por este gesto de amor mantenido a través de los años.

A. Rodríguez, Cuba.

Siempre unidos

Escribo luego de mucho tiempo, en primer lugar para darles las gracias por su amor y fidelidad en enviar la revista. El ministerio de Aguas Vivas ha sido de gran bendición para nosotros por medio de las revistas y de la página web. Saludos a los amados hermanos en Chile. Siempre unidos en el Espíritu y en el amor de Cristo.

Anselmo Avalos, Paraguay.

Toda bendición procede de Dios; por tanto, toda la gloria es para Dios.