Mas el Dios de toda gracia … después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca».

– 1 Pedro 5:10.

Me gusta el arte del bonsái: soy un simple aficionado tratando de aprender.

Cada vez que trabajo un arbolito pienso en la obra de Dios en mi vida. Crear un diseño, desarrollar un estilo, cortar ramas que no favorecen ese diseño, hacerlo varias veces. Poner alambres a las ramas para direccionarlas de tal manera que el árbol adquiera la forma deseada. Cortar todas sus hojas o parte de ellas dejándolo desnudo. Podar las raíces periódicamente. Replantarlo. Poner pinzas. Volver a cortar y poner más alambres. ¡Todo un trabajo lleno de paciencia y de esperanza, entre otras cosas!

A veces un arbolito muy frondoso y atractivo a la vista de todos debe ser trabajado de tal manera que no quedan de él más que unas pocas ramas llenas de alambres retorcidos. El que lo trabaja sabe que muchas veces esas ramas no eran convenientes, o no crecían en buena dirección.

Así trabaja Dios con nosotros. Él tiene un diseño maravilloso, hermoso, para nuestras vidas, pero debe “cortar, alambrar; retorcer, arrancar, desnudar”. Y entonces sentimos que nuestra “apariencia” no es agradable. Nos vemos feos a nosotros mismos, nos sentimos destruidos. Nos entristecemos, nos duele, y le pedimos a Dios que nos ayude.

Lo que no sabemos es que ya Él lo está haciendo. Está trabajando en un diseño muy especial; haciendo todo lo necesario para completarlo. Y cuando pasa cierto tiempo, el fruto del sufrimiento, de la prueba y del dolor da como fruto la obra consumada de Sus manos. Nos sentimos fuertes, sentimos que hemos crecido. ¡Hemos sido perfeccionados! Conocemos más a nuestro Dios y nos parecemos más a Él. Una dulce comunión con Su Espíritu es ahora nuestra característica más visible.

Por eso, cuando usted se sienta cansado, decepcionado, sin ganas de seguir adelante, recuerde que Dios está trabajando en Su diseño maravilloso con usted. Y el Maestro Supremo, que comenzó esa hermosa obra, ¡sin ninguna duda, la terminará!

456