Bendigo cada sufrimiento,
efecto de la cruz de Cristo,
que en los eriales de la tierra
nos hieren míseras dolencias.

La daga de la muerte apunta,
hostil y aguda por el diablo;
sus filos lacerantes matan,
¡mas Cristo resucita y vence!

Bendigo cada sufrimiento:
peligros y contradicciones;
¡si así no fuere no sabría
que en el dolor, por Cristo, venzo!