Por toda la tierra ha salido la voz de ellos y hasta los fines de la tierra sus palabras» (Rom. 10:18).

Una mesa en el desierto

Amados hermanos en Cristo: ¡Paz y la gracia a ustedes en Cristo Jesús nuestro Señor!

Somos hermanos de Eritrea, un pequeño país de África oriental. Queremos informarles de la gracia que hemos recibido a través de su sitio web Aguas Vivas. Ha sido un regalo de nuestro Señor para saciar nuestros espíritus. Hemos sido muy bendecidos. El Señor les recompense en la resurrección de los justos por lo que han estado haciendo por nosotros.

Eritrea es un país con una población de 4.000.000 de habitantes, predominantemente musulmán (50%); el resto (40%) griego ortodoxo. Ambos son casi igualmente hostiles al evangelio. Los cristianos nacidos de nuevo son muy escasos: no más del 1% de toda la población.

En mayo de 2002 el gobierno prohibió todas las actividades evangélicas. Los edificios fueron cerrados, muchos hermanos fueron encarcelados, y algunos de ellos han sido torturados, y aun asesinados. También ha prohibido todas las reuniones de culto ya sea en los hogares o en cualquier otro lugar. Se controla el correo y otros servicios, para impedir la entrada de cualquier literatura cristiana. Sin embargo, pese a todas las dificultades, el Señor nos ha mostrado su gracia. Aunque el diablo quiso eliminarnos, nosotros hemos sido objeto de la misericordia de Dios. Hemos hallado gracia ante sus ojos: ¡Él nos ha preparado una mesa en el desierto!

Les escribimos por dos razones: Primero, para hacerles saber que Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado por su causa sirviendo a los santos, y sirviéndoles aún (Heb.6:10). Como mencionamos en el versículo introductorio, ¡la voz de su ministerio ha salido a toda la tierra y a los extremos del mundo!

Segundo, para informarles y consultarles algo relacionado con el contenido de su website. Uno de nosotros ha traducido el libro «El Misterio de Su Voluntad», del hermano Christian Chen. Cuando lo leímos por primera vez, fuimos muy bendecidos por su contenido y lo distribuimos a los hermanos. Pero no quisimos detenernos allí, pues la mayoría de ellos no entiende el inglés, y decidimos traducirlo a nuestro idioma nativo, el tigrinya. Así, la otra razón para escribirles es pedir autorización para traducir y difundir los contenidos de su website.

Asimismo, queremos que ustedes remitan nuestro mensaje a nuestros hermanos Stephen Kaung y Christian Chen. Denles nuestro saludo y un beso santo. Díganles que nosotros les amamos, que los hermanos de un rincón de este planeta han sido muy socorridos, por la gracia de Dios, a través de su ministerio. ¡Ellos no han trabajado en vano!
Esperamos su pronta respuesta.

En Él,

Hermanos y hermanas en Eritrea

Por razones de espacio, las cartas han sido resumidas.
Toda bendición procede de Dios; por tanto, toda la gloria es para Dios