LOS NÚMEROS EN LA BIBLIA

El número 1 es empleado 1898 veces en la Biblia. ¿Qué significa? Cuando leemos la expresión: “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es” (Deut. 4:4); o “Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y uno su nombre” (Zac. 14:9), tenemos, inmediatamente, un número asociado con la Divinidad. El “1” habla de Dios en su independencia, unidad y supremacía. Como un número cardinal, denota independencia y unidad; como ordinal, denota supremacía.

En las dos citas que acabamos de hacer, la diferencia es notoria: no hay otro Señor, no habrá otro. Es una afirmación de independencia, como no admitiendo a ningún otro; e implica, claramente, una suficiencia que no necesita de otro. Ser de esta manera independiente, suficiente en Sí mismo, pertenece a Dios solamente.

Sin embargo, hay otra forma de ver el número “1”: puede excluir la diferencia externa, puede hablar de armonía interna de partes o atributos, de acuerdo propio, de perfección en aquel sentido. Que no es el número “1” un número internamente divido, está claro, “el sueño … es uno mismo”, dice José en Génesis 41:25. Hay un total acuerdo de significado en él. Y esto, nuevamente, de manera más completa y sublime, se aplica a Dios solamente. En su perfección, no hay preponderancia de ningún atributo, y ningún defecto. Su sabiduría necesita ser igual a su poder; su amor igual a su poder y sabiduría. Por lo tanto, nuevamente este número nos habla de él.

Jesús dice en Juan 10:30: “Yo y el Padre uno somos”. Aquí tenemos la unidad encontrada en Dios. Esta verdad es descrita de nuevo en 1 Juan 5:7: “Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre el verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno”.

Ahora, si pasamos del número cardinal al ordinal, el “Primero” es nuevamente un título divino. “Yo Soy el primero” (Is. 44:6; 48:12), dice el Señor. Habla enteramente de prioridad, sea en tiempo u orden, de supremacía, como el Principio Soberano de todas las cosas; del Creador, de la fuente de vida. Precisamos, por tanto, comenzar con Dios.

Todos nuestros trabajos y palabras precisan ser caracterizados por las primeras palabras de la Biblia “En el principio Dios”, “Dios primero” es la voz de la Escritura. “Mas buscad primeramente el reino de Dios …” (Mat.6:33), y la exhortación de Pablo: “… una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás .. prosigo a la meta …” (Fil. 3:13-14), una cosa y sólo una es para nosotros: “… afanada y turbada estás con muchas cosas, pero sólo una cosa es necesaria, y María ha escogido la buena parte …” (Lc. 10:41-42). Una sola cosa es necesaria, en contraste con muchas cosas.

Tomado de “Os números na Bíblia”