¡Del cielo hasta la tierra que retumbe,
el nombre de Jesús glorificado!

¡Permítenos, Jesús, llevar tu nombre;
pasearlo en alto por los laberintos;
por todas las regiones de la tierra;
vocearlo al mundo con solemne grito
y desplegarlo en todo el Universo!

¡Jesús, bandera y poderoso escudo!
¡Jesús, escondedero contra el mundo!
¡Jesús, bendito mascarón de proa,
en Ti se mueren los embates fieros;
serpientes, escorpiones y demonios,
revientan bajo el peso de tu Nombre!

¡Oh nombre de Jesús, que lo exhibimos
a toda potestad sobre los aires,
porque no hay otro nombre más glorioso,
más alto y majestuoso sobre el cielo,
que el dulce nombre de Jesús, precioso!
La iglesia se levanta a declararlo:
¡Del cielo hasta la tierra que retumbe
el nombre de Jesús glorificado!
¡El nombre de Jesús es el más grande!