Lectura familiar

Mi familia y yo estamos muy agradecidos al Señor por la posibilidad de tener su revista en nuestro hogar, muchas veces he estado en alguna situación, y ha llegado la revista en medio de ella, leerla ha traído en varias ocasiones una Palabra de Dios exacta y específica para ese momento. Gracias por su esfuerzo.

William Bermúdez (Cuba).

Claridad de la Palabra

Cada trimestre su revista llega a mis manos. En casa la recibimos con mucho gozo por la claridad de la Palabra que en ella aprendemos. Tratamos siempre de compartir con otros las riquezas de Cristo que en ella nos son reveladas. Por favor sigan enviándola. Aquí les extrañamos mucho. El Señor les continúe bendiciendo.

Jasnira Contreras Morejón (Cuba).

Caudal de riquezas

La revista Aguas Vivas es siempre de gran bendición, un caudal de riquezas de la Palabra, dignas de ser atesoradas. Agradezco mucho la traducción de clásicos y predicaciones de hermanos de otras hablas, que de otro modo son de difícil acceso. Les animamos a continuar este bendecido ministerio, y rogamos a Dios que siga abriendo sus tesoros por medio del mismo, para la edificación de Su pueblo, y que conceda los recursos necesarios para proseguir este servicio. ¡Gracias a Dios y a los hermanos!

Plácido Ferrándiz (España).

Pan del cielo

Gracia y paz hermano Mario. Por la gracia del Señor hemos recibido la revista Aguas Vivas. Gracias por poner en nuestras manos este material que abunda en pan del cielo para alimentar a sus hijos. Saludos fraternos y gratos recuerdos a todos. Gracias y el Señor les recompense.

Carlos Raigosa (Venezuela).

Recompensa

Que la paz del Altísimo esté sobre ustedes. Le escribo primeramente para felicitar a todos los hermanos que componen la excelente revista Aguas Vivas. Su contenido es de mucha bendición para mi vida y ministerio. Sigan así adelante. Dios tiene una gran recompensa para todos aquellos que trabajan para extender su Reino y también aprender en Su gracia y conocimiento.

Juan Antonio Cáceres (Argentina).

Toda bendición procede de Dios; por tanto, toda la gloria es para Dios.