La carga del Señor

Escribo para agradecer el arduo trabajo de publicación de las revistas, particularmente la número 67, «La gloria del camino cristiano», que nos ha sido de muchísima bendición. Actualmente estamos estudiando la número 68, «La segunda venida del Señor», que también nos está bendiciendo mucho como asamblea. Sus reflexiones, más allá de que nos han edificado tanto individual y corporativamente, nos han ayudado a ver la carga del Señor en estos tiempos para su iglesia.

Gerzon Yáñez Porraz. Tuxtla Gutiérrez (México).

Compartiendo con los hermanos

Fue un gran regalo el recibir la revista. Ha sido muy valiosa y útil para el ministerio, compartiéndola con otros hermanos y juntos disfrutando toda la riqueza que el Señor ha dado a través de su Palabra. Muchas gracias por este servicio de amor. Que el Señor siga prosperando el trabajo tan valioso que desempeñan ustedes, ministrando y ayudando a descubrir el plan y deseo de Dios a través de las Escrituras para la iglesia de hoy. Esta revista ha llegado a nosotros para ayudarnos grandemente en el servicio al Señor. No imaginan toda la ayuda que recibe la iglesia a través de cada edición.

Leonardo Arboláez, Santa Clara (Cuba).

Confirmación del Espíritu

Estamos muy agradecidos por la gran labor de la revista Aguas Vivas. Este alimento no solo nos nutre y fortalece sino que confirma lo que el Espíritu habla a las iglesias. Les animo a que continúen con tan tremenda aportación para la edificación del Cuerpo de Cristo. Que el Señor supla toda necesidad y guarde a todos los santos que se han comprometido con Dios para bendecir a muchos. De cierto les digo que no perderán su recompensa.

David Calvo, Pharr, TX (USA).

Ayuda en el trabajo de la iglesia

Hemos recibido dos de vuestras revistas, las cuales nos han bendecido mucho. Por favor, continúen enviándonos este buen material, que nos enriquece en nuestra vida espiritual. Además también nos ayuda en el trabajo de la iglesia. El trabajo en la iglesia es arduo y necesitamos fuerzas del cielo para seguir honrando a Cristo y bendiciendo las almas.

Orlando R. Manso H., Santa Clara (Cuba).

Toda bendición procede de Dios; por tanto, toda la gloria es para Dios