Escondidos en Dios
Amados santos de Dios, no busquemos la fama mundana; al contrario, escondámonos en Dios. Porque todos los que persiguen la fama y la gloria propia resultan heridos por el demonio. Qué seguros y tranquilos están los que se esconden en las manos del Señor. Es anormal que los santos de Dios busquen la gloria mundana. […]