«La religión es un negocio»

Esto puede ser para usted una verdad tan evidente que no necesita demostración. Sin embargo, lo que usted precisa no es una religión. Usted no va a hallar verdadera respuesta a sus grandes interrogantes en una religión. ¡Usted necesita a Dios!

Cuando Jesús vino, Dios ya nunca más habitó en el templo de Jerusalén (que era su habitación hasta entonces). Desde entonces ya no estuvo más en templos hechos por manos de hombres (por grandes y fastuosos que sean). ¡Es verdad! ¡Dios no habita en templos hechos por manos de hombres!

Dios salió de los templos para habitar en el corazón de los hombres y mujeres que le buscan. Él salió a los campos, a las plazas, para encontrar a hombres y mujeres sin religión, y salvarlos completamente.

En una parábola de Jesús encontramos: “El Padre de familia dijo a su siervo: “Vé pronto por las plazas y las calles de la ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos. Y dijo el siervo: Señor, se ha hecho como mandaste, y aún hay lugar. Dijo el Señor al siervo: Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa.” (Lucas 14:21-23).

El deseo de Dios es que se llene su casa (que es la iglesia). No con gente buena ni muy noble, sino con la gente de las calles, de las plazas, de los campos.

Los religiosos rechazaron a Cristo en sus días, y se unieron al poder político para crucificarle. Hoy ocurre algo similar. Cristo no es una religión: es una Persona. Para conocerle, usted no debe aceptar una religión, sino recibir a esta Persona.

Muchas religiones le ofrecen a Cristo. Allí, usted encuentra todo el sistema de esa religión particular, y como un “agregado” … (apenas) algo acerca de Cristo. En circunstancia que usted lo que necesita es a Cristo … solo. (Sin “agregados”).

Para tenerlo, usted no necesita poseer un buen concepto de las religiones cristianas. (Cristo tampoco tiene muy buen concepto de ellas). Lo que Ud. necesita es tener a Cristo. Cristo no es una religión ni es un negocio. Es la Persona más atractiva, santa, bondadosa, fiel, y poderosa que podemos conocer.

¿Se quedará con el negativo concepto de que “la religión es un negocio”? La verdad es siempre positiva. Cristo es la verdad, el camino y la vida. ¡Usted necesita conocer a Cristo!