¿Qué es la “letra”? ¿Y qué es el “espíritu”? ¿Y cuál es la diferencia entre sentido mental y sentido espiritual? “Letra” en la Escritura no es algo malo. La “letra” a la que Pablo hace referencia en 2 Corintios 3:6 se refiere al Antiguo Testamento.

Aunque el Antiguo Testamento forma parte de la Biblia, si no tocamos el espíritu en su texto, las palabras bíblicas que contiene no son más que letra. De ahí que un objeto tan excelente como la Biblia tenga la posibilidad de convertirse en mera letra. El verdadero significado de la palabra “letra” aquí es que si – una vez que ha sido dicha por el Espíritu Santo tal como nos ha sido registrada en la Biblia – la tocamos de nuevo pero no tocamos el Espíritu, la palabra de Dios se convierte en solo letra.

Una persona puede leer el libro de Romanos durante 365 días y comprender objetivamente todas las doctrinas que contiene; sin embargo, puede suceder que no haya un solo día en el que sea tocada interiormente por el hablar o moverse del Espíritu Santo. Por lo tanto, para esa persona el libro de Romanos se ha convertido en nada más que letra.

Digamos, por ejemplo, que nos levantamos por la mañana para leer la Biblia y orar con regularidad; pero si esto se convierte en una mera rutina, tenderemos a caer en la letra de la palabra de Dios. Aunque esté presente la cáscara de la espiritualidad exterior, aun así, el espíritu interior no ha sido tocado. El resultado, entonces, es solo la letra.

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