Lecciones básicas sobre la vida cristiana práctica.

Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios».

– 1 Cor. 10:31.

VESTIR

1. Su significado

Para hallar el significado del vestuario, debemos rastrearlo hasta el principio. Antes de la caída, probablemente Adán y Eva estaban vestidos de luz. Eran inocentes. Aunque estaban desnudos, no sentían vergüenza. Después que entró el pecado, el primer efecto fue la apertura de sus a su desnudez. Se sintieron avergonzados y cosieron hojas de higuera para hacerse delantales.

El fin básico de la ropa es cubrir la desnudez. Aquellos vestidos no habrían durado mucho tiempo, ya que las hojas pronto se secarían y se harían pedazos. Por lo tanto, Dios vistió a Adán y Eva con abrigos de piel más duraderos para cubrir el cuerpo.

El propósito de la ropa es cubrir, no exponer. Cualquier vestido que no sirva para cubrir es cuestionable; cualquier propósito que no sea cubrir también es incorrecto.

Significado representativo

Dios usa la vestimenta para representar tanto al Señor Jesús mismo como a la redención que obtenemos de él. Estamos revestidos con la salvación de Dios, revestidos de Cristo, y revestidos del hombre nuevo. Estamos tan bien vestidos que todo nuestro ser está cubierto.

Los nuevos creyentes deben entender que cuando se visten, deben ver más allá de esa ropa – a Cristo y su salvación, para decir: «Gracias a Dios, antes yo estuve desnudo, desprovisto de cobertura ante Dios, incapaz de escapar de su luz y de su juicio; pero hoy estoy revestido de su salvación de Dios». Así como su ropa los cubre por entero, los nuevos creyentes pueden ver cómo están cubiertos por completo a los ojos de Dios. Cuán maravilloso es estar totalmente cubiertos ante él.

La regla para la ropa es cubrir. Si ella no cubre, un cristiano no debería usarla. No se debe vestir ropas que expongan en lugar de cubrir; ellas están en contra del principio de cobertura y, por lo tanto, no son adecuadas para los cristianos.

Los nuevos hermanos, que nunca han tenido experiencia en este asunto, deben tomar nota. Es posible que tengas dudas sobre algunas de tus prendas, ya sea que puedas usarlas o no. ¿Por qué no llevar esto al Señor? Pídele que te muestre si puedes usarlas. No pienses que este es un asunto insignificante.

2. Ropa de hombre y de mujer

«No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace» (Deut. 22.5). Así, pues, la Biblia prohíbe que un hombre se vista como mujer o una mujer se vista como hombre. La tendencia hoy en día es disminuir la distinción entre la ropa masculina y femenina.

Por lo tanto, los hermanos y hermanas deben tener cuidado de no usar ropa indiscriminadamente. Debemos mantener la distinción señalada por Dios: el hombre usa ropa de hombre y la mujer usa vestimenta de mujer. Cualquier intento de confundir esta distinción es deshonroso para el Señor.

3. El problema de las hermanas

Por lo general, los hermanos tienen menos problemas con la ropa que las hermanas.

«Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad» (1 Tim. 2.9-10).

Dios tiene un requisito básico para las hermanas, y es que deben poseer el sentido de la modestia o el decoro. El pudor es su protección natural. No uses aquello que está en contra de tu sentido de la modestia. Sé sobria en tu forma de vestir; no uses ropa indecente.

Es posible que no sepamos exactamente cuál es la ropa adecuada, pero cada hermana sabe lo que se considera apropiado en el área donde vive. Los cristianos no deberían vestir de una manera que los incrédulos cataloguen como inadecuada. Nuestro estándar no debe ser más bajo que el de los incrédulos. Necesitamos aprender a ser sobrios y a vestir con modestia.

COMER

La necesidad de alimentos existía antes de la caída del hombre. En Génesis 2, Dios le dio comida al hombre. Antes que el hombre pecara, Dios ya le había provisto toda clase de frutos para que comiera.

1. La necesidad

Después que Adán pecó en Génesis 3, Dios le dio la hierba del campo para comer, pero el hombre solo podría comer el pan con el sudor de su frente. Y en Génesis 9 Dios dio claramente al hombre los animales como alimento, así como anteriormente le había dado los vegetales.

¿Por qué Dios da la carne de los animales como alimento al hombre? Porque el hombre necesita tal alimento. La comida que el hombre necesitaba antes y después de pecar no era la misma. La comida mantiene la vida; sin comer, el hombre no puede continuar en la tierra.

A fin de mantener vivo al hombre, Dios ha ordenado que éste coma carne de animales, así como las hierbas del campo y los frutos. En otras palabras, Dios está mostrando que, desde que el pecado entró en el mundo, se requiere la pérdida de una vida para preservar la vida.

Los animales pierden su vida para mantener la nuestra. Antes de que el pecado entrara en el mundo, la vida podía sostenerse sin el derramamiento de sangre. Por lo tanto, hay una diferencia en la provisión de alimentos para el hombre antes y después del pecado. Los cristianos de hoy, que viven después de que el pecado entró, no deben ser vegetarianos: deben comer carne.

2. La prohibición de la sangre

Hay algo que un cristiano no debe comer: la sangre. Desde el Antiguo hasta el Nuevo Testamento, esta prohibición de Dio es estricta. En Génesis 9 Dios dijo a Noé: «Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis» (v. 4).

En Levítico 17.10-16 Dios reiteró muchas veces: «No comeréis la sangre de ninguna carne, porque la vida de toda carne es su sangre; cualquiera que la comiere será cortado» (v. 14). Dios no reconocerá como parte de Su propio pueblo a una persona que come sangre.

En el Nuevo Testamento, en el primer concilio en Jerusalén, la iglesia se enfrentó a una gran dificultad con respecto a la ley. Santiago, Pedro, Pablo, Bernabé y otros siervos de Dios decidieron por unanimidad que los hijos de Dios no debían ser obligados a guardar la ley; ellos solo debían abstenerse «de lo sacrificado a ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación» (Hech. 15:29).

Por tanto, la importancia de la sangre es evidente. En la época de los patriarcas, Dios prohibió comer sangre a través de Noé; bajo la ley, lo mismo a través de Moisés; en la dispensación de la gracia, lo hizo a través de los apóstoles. En las tres dispensaciones, Dios dijo que no.

3. Algunas observaciones personales

Normalmente, el propósito de la comida es sustentar el cuerpo. Por lo tanto, come lo que nutre y no comas lo que no es de provecho. No hagas del vientre tu dios; no te ocupes demasiado de la comida. Los hijos de Dios debemos saber que el comer tiene como fin nutrir el cuerpo y preservar la vida física.

Recordemos esto: «Teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto» (1 Tim. 6.8). «Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta … Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos» (Mat. 6:26, 28-29). El versículo 26 se refiere al comer, y el versículo 28 alude al vestuario. Todo está en la mano de Dios.

«Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas» (Mat. 6.33). ¿Qué significa “y todas estas cosas os serán añadidas”?. A aquellos que poseen el reino de Dios y su justicia, él añadirá comida y vestido. Recuerden bien: lo que buscamos es el reino de Dios y su justicia. Todos los que han ganado el reino de Dios son aquellos que viven en la justicia de Dios. A ellos se les añadirán estas cosas.

Que los hijos de Dios sepan cómo mantener su testimonio entre los hombres en estos dos aspectos de la vestimenta y la alimentación.

Traducido de Spiritual Exercise
Exercise Thirty-Eight