…a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios».

– Efesios 3:17-19.

¿Qué es aquello que tiene anchura, longitud, profundidad y altura? ¿A qué o a quién se refieren esas dimensiones? Normalmente se piensa que es el amor de Dios en Cristo. Sin embargo, es recién después de mencionarse esas dimensiones, que se dice «y de conocer el amor de Cristo», como si se tratara de algo diferente.

Si examinamos el contexto, veremos que se refieren a Cristo mismo: «…para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender…» (v. 17).

Es interesante que no se diga abiertamente que se trata de Cristo. Al igual que otras verdades de la Escritura, ellas están como escondidas; como esperando el día y el lugar para ser reveladas. Por supuesto, no pretendemos ser los receptores de una nueva revelación. Esto ya ha sido dicho muchas veces antes. Pero he aquí lo que vemos hoy.

¿Cuál es la anchura de Cristo? En griego, la palabra correspondiente a ‘anchura’ aparece solo en Apocalipsis 20:9, y se refiere a la «anchura de la tierra», y también en Ap. 21:16, para referirse a la anchura de la nueva Jerusalén. La anchura de Cristo es, pues, la anchura de la tierra (y el oriente está indeciblemente lejos del occidente), y también la de la ciudad santa, su iglesia. ¡Qué significativo!

¿Cuál es la longitud de Cristo? Es tanta como la escalera de Jacob, que unía el cielo con la tierra, los dos extremos del universo. Salva la distancia mayor, uniendo la santidad excelsa e inaccesible de Dios con la negrura más densa de nuestro estado pecaminoso. En efecto, Cristo unió el cielo con la tierra.

¿Cuál es la profundidad de Cristo? Para descubrirla, tenemos que entrar en las honduras de su tierno corazón, donde caben todos los hombres, de todos los colores, de todas las razas. Cualquiera sea su condición, están allí, lavados por Su sangre preciosa, sellados con el Espíritu Santo, y amparados en el amor del Padre.

¿Y cuál es la altura de Cristo? La palabra griega para ‘altura’ también es usada en Efesios 4:8, para referirse a la altura de los cielos. Cristo está hoy glorificado en el cielo, pero sus pies están sobre la tierra, y él camina sobre ella, por medio de la iglesia.

Cristo es el Nuevo Hombre, el Hombre espiritual, que, a diferencia de nosotros, no solo tiene estatura o anchura, sino que abarca todas las maravillosas dimensiones de la nueva creación. Y estas dimensiones nos son participadas por el Espíritu Santo, para expresarlas sobre la tierra.

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