Una visión profética de los últimos eventos mundiales.

Lectura: Apocalipsis 9:13-18.

Voy a tratar de explicar este pasaje, que es muy importante especialmente después de lo sucedido el 11 de septiembre de 2001.

Recuerdo que ese día mi esposa y yo estábamos en Nueva York. Gracias a Dios no estábamos en Manhattan, sino en un barrio denominado Queen’s. Nosotros, al igual que todos ustedes, también vimos la televisión. Ustedes saben, ese día no podrá ser olvidado. Desde ese día Nueva York ya no es el mismo, ni Estados Unidos es el mismo, ni tampoco el mundo es el mismo. Ahora bien, surgen algunas preguntas: ¿Por qué ocurrió esto? ¿Tenemos en la Biblia un 11 de septiembre? ¿Predijo la Biblia el 11 de septiembre?

Si ustedes buscan el 11 de septiembre en la Biblia no lo van a hallar. La Palabra de Dios nunca predijo el 11 de septiembre. Sin embargo, ella predice la tendencia de los eventos mundiales. En Apocalipsis capítulo 9 vemos la tendencia global de lo que va a ocurrir en el mundo. Entonces, sí podemos explicar el 11 de septiembre de acuerdo a lo que dice Apocalipsis 9.

En la Palabra hay cerca de 1.800 profecías. Luego que uno hace unos arreglos –porque muchas de las profecías se repiten– hallamos 747 eventos independientes. De ellas, 590 son principales. Ahora, ¿cuántas de éstas se han cumplido? Los estudiosos de la Biblia dicen que 570 ya han ocurrido. Eso significa una tasa de más del 97 %. Ahora, si una mujer que va a dar a luz le dice al doctor qué tan seguro es dar a luz un niño o una niña, el doctor le dirá que hay “entre un 97 ó 98%” de seguridad. Eso quiere decir que es algo muy, muy seguro. Ahora bien, si el 97% de las profecías ya han sido cumplidas, significa, por un lado, que realmente la Biblia es la Palabra de Dios, y por otro, que el 3% restante ha de cumplirse. Y ya se está cumpliendo.

Desde el 11 de septiembre hasta la sexta trompeta de Apocalipsis, esta tendencia de acontecimientos mundiales realmente nos habla de que estas profecías se están cumpliendo. Por eso, Apocalipsis se torna muy interesante. Hoy tomamos el capítulo 9 de Apocalipsis como una ilustración.

Dos clases de terrorismo

¿Cuál es la conexión entre Apocalipsis 9 y el 11 de septiembre de 2001? Primero debemos recordar qué ocurrió el 11 de septiembre. Ustedes saben que ese día hubo un acto terrorista, y que las dos torres gemelas colapsaron en pocas horas. Las torres habían sido levantadas en 7 años, pero colapsaron en cosa de horas. Por eso, este acontecimiento fue algo muy impresionante.

Ahora bien, el terrorismo no es algo nuevo; es tan antiguo como la Biblia. Recordemos que, entre los doce discípulos de Cristo, al menos uno de ellos era terrorista: Simón, el zelote. Los “zelotes” eran muy patriotas. Ellos intentaban asesinar a los oficiales romanos, y peleaban contra quienes esquilmaban a su propio pueblo apoyando al imperio romano.

Por otra parte, Mateo, otro de los discípulos, era un empleado del Imperio Romano, que recibía los impuestos de su propia gente. Los hombres como Mateo eran el objeto de las iras de los zelotes. Así que Simón el zelote no tenía que viajar mucho para tener un enemigo, porque Mateo estaba bajo su mismo techo. Sin embargo, el Señor los llamó para amarse, y para lavarse los pies el uno al otro. Eso fue realmente un milagro. Hoy día cuando el mundo está dividiéndose en odio, solamente el evangelio de Cristo es lo que atrae a las personas para que sean uno.

El terrorismo, pues, es algo muy antiguo. Pero cuando un terrorista en la época de Simón el zelote mataba a alguien, era muy cuidadoso, casi como un doctor cuando hace una cirugía. Los doctores toman las células cancerígenas, y las quitan; ellos no quitan toda clase de células. De la misma forma, el antiguo terrorismo en Palestina se centraba en los oficiales romanos y también en aquellos que habían traicionado a su nación.

El antiguo terrorismo intentaba la mayor publicidad con la menor cantidad posible de víctimas. Pero el terrorismo actual es diferente. ¿Qué fue lo que vimos el 11 de septiembre? El nuevo terrorismo. Ahora lo único que se pretende es crear un efecto. En Estados Unidos hay una organización de investigación denominada RAND. A ellos les fue confiada una investigación acerca del terrorismo internacional. Ellos recopilaron información comenzando desde 1968, a fin de ver la tendencia del terrorismo en los últimos años. Al final de su investigación, descubrieron cuál fue el legado de Saddam Hussein, luego de su derrota en la guerra del Golfo Pérsico, en 1990. El legado es este: un nuevo patrón de terrorismo. La frecuencia de las acciones ya no es tan alta como antes, pero la visibilidad ha aumentado considerablemente. Los terroristas no sólo quieren matar: ellos matan también personas inocentes. El número de las víctimas no es algo que se cuenta con los dedos; ahora son miles. Esto es lo que se descubrió diez años antes del 11 de septiembre.

Cuando llegamos al 11 de septiembre, el mundo despertó al hecho de que un nuevo terrorismo había surgido. Bin Laden dijo: “Después de la caída del Imperio Otomano, en 1922, estuvimos llenos de vergüenza. Por ochenta años nunca levantamos nuestras cabezas. En ese tiempo, el mundo de los árabes fue dividido por los británicos, franceses y otros pueblos. Hoy es la primera vez que nuestro cuchillo ha llegado a tierra del enemigo”.

Los Estados Unidos han tenido guerra con muchos países. Los japoneses intentaron llegar a la tierra de los norteamericanos, pero no tuvieron éxito. Los nazis intentaron hacer lo mismo, pero fracasaron. El imperio soviético quiso hacerlo, pero también fracasó estrepitosamente. Todos ellos tuvieron un sueño: llevar la guerra al terreno de los Estados Unidos, pero no tuvieron éxito. Sin embargo, esta gente lo hizo.

Además, ellos lograron un efecto que está más allá de cualquier descripción, algo que Hollywood jamás podría haber producido. Todo estuvo muy bien calculado. De acuerdo a su plan, esos cuatro aviones civiles fueron llenados hasta el máximo de gasolina, y luego convertidos en cuatro misiles. Hablando estrictamente, utilizaron el costo menor de la tecnología más baja: solamente cuchillos. De esta forma fueron capaces de convertir cuatro aviones en cuatro misiles. Y pudimos ver qué tipo de destrucción causaron. Aun más, utilizaron recursos del enemigo: su carne y su sangre. Y su conocimiento, porque fueron entrenados en los Estados Unidos. Ellos no sabían cómo despegar ni cómo aterrizar, pero sí sabían cómo estrellarlos contra los edificios. La empresa Microsoft tiene un juego que fue como un regalo para ellos, porque en él se puede hacer una simulación perfecta de cómo chocar con las torres. Eso fue lo que ocurrió. Sólo 19 secuestradores pudieron hacer algo tremendo, algo nunca antes visto.

¿Saben ustedes cuánto costó este acto terrorista? De acuerdo a las estimaciones, costó menos de medio millón de dólares. Podemos ver cómo, con un mínimo de dinero, ellos pudieron causar tal conmoción a todo el mundo. Esto es parte del nuevo terrorismo. El 11 de septiembre vimos el surgimiento de un nuevo tipo de terrorismo.

Ahora, tenemos que ir a Apocalipsis 9 para ver cuál es la tendencia de estos acontecimientos mundiales.

Un esquema de tiempo

Aquí se nos dice que va a haber siete trompetas. Es muy interesante. En Apocalipsis tenemos siete sellos, siete trompetas y siete copas. Estas tres series de sietes nos dan un esquema de tiempo de los eventos que han de ocurrir.

Esto es una secuencia temporal. Por ejemplo, cuando el primer sello se abre, algo ocurre. Entonces viene el segundo, y luego el tercero. Cuando terminamos los siete sellos –tal como en un computador– cuando hacemos click en el séptimo sello pensamos que llegamos al final, pero no es así. Viene otra serie de eventos. Aparecen las siete trompetas. Cuando llegamos a la séptima trompeta, hacemos doble click pensando que es el final, pero no es así. Encontramos que hay siete copas.

Cuando llegamos a las siete trompetas, quiere decir que llegamos a los últimos siete años de la humanidad. Las siete trompetas cubren prácticamente los siete últimos años de la humanidad. Y después, el Señor vendrá.

Las cuatro primeras trompetas abarcan la tribulación. No hay duda sobre eso. Y después tenemos las últimas tres trompetas. Entonces la Biblia dice: «¡Ay, ay, ay!». Las últimas trompetas no sólo van a ser una tribulación, sino una gran tribulación, porque dice: «¡Ay, ay, ay!». Cuando el ángel toca las últimas tres trompetas, estos son los últimos tres años y medio de la humanidad antes del retorno de nuestro Señor.

De acuerdo a las profecías de nuestro Señor, habrá una gran tribulación. En ese momento, el anticristo aparecerá y estará en el templo de Dios. Se va a declarar él mismo como Dios, y eso dará inicio a la gran tribulación. El anticristo tiene un número, que es el 666. Vamos a volver después sobre este número.

Armas de destrucción masiva

Ahora vamos a tratar de hacer la conexión entre el 11 de septiembre y las 6 trompetas. ¿Qué es la sexta trompeta? Cuando el ángel toca la sexta trompeta, cerca del Éufrates –cerca de donde está Irak– cuatro ángeles van a ser desatados. Estos son ángeles caídos, que son dejados libres. Cuando estaban atados, ellos tenían un plan, pero no lo podían realizar, porque estaban atados. Pero después de que el ángel tocó la sexta trompeta, quedan en libertad de acción. Ahora pueden realizar su plan.  De acuerdo a este plan, en un cierto año, mes, día y hora, un tercio de la población del mundo va a morir. Esto no significa 3.000 personas como en la caída de las torres: son 2.000 millones de personas. En otras palabras, el nuevo terrorismo va a llegar a un clímax cuando el ángel toque la sexta trompeta. Este hecho será algo tremendo.

Hoy día nos impresionamos cuando vemos por televisión cómo 3.000 personas mueren, pero piensen lo que significará que un tercio de la población mundial muera. Una de cada tres personas morirá. ¿Pueden imaginarse? Definitivamente, todo el mundo será presa del pánico.

¿Cómo ocurre eso? De acuerdo a Apocalipsis 9 habrá tres plagas. Estas representan tres tipos de armas, capaces de destruir un tercio de la población mundial. Por definición, son armas de destrucción masiva. Después del 11 de septiembre, sabemos muy bien que la amenaza de destrucción masiva es muy real. En Estados Unidos, cada jefe de hogar ha preparado máscaras de gas para su familia. La amenaza de la destrucción masiva no es algo que está sólo en el cine.

Hoy en día existen tres armas de destrucción masiva: las armas nucleares, las armas biológicas y las armas químicas; y todas provocan pánico.

De acuerdo a la CIA, cerca del río Éufrates –en Irak– probablemente estén estos tres tipos de armas. Eso hace que los norteamericanos estén muy nerviosos. Por eso es que los americanos votaron sí a la guerra. Tal vez ellos estén equivocados, y no haya allí armas nucleares. Pero debido a ese miedo es que hoy vemos vientos de guerra.

Aquí hay algo muy interesante. Irak está cerca del río Éufrates. De acuerdo a la Biblia, va a haber cerca del Éufrates armas de destrucción masiva que van a eliminar un tercio de la población del mundo. Ustedes recuerdan que en la guerra del Golfo Pérsico, todas las armas químicas y biológicas estaban en las cabezas de los misiles. Según las Naciones Unidas, si Saddam Hussein libera todo su poderío biológico y químico puede eliminar a toda la población del mundo. Esto no es ninguna exageración.

No sabemos qué va a ocurrir ahora, pero sí sabemos algo. Cuando el ángel toque la sexta trompeta, el nuevo terrorismo llegará al clímax. Ahora entendemos que el 11 de septiembre fue sólo una llamada a despertar. Pensamos que la tribulación es algo que está muy lejano, que el fin del mundo está muy lejos, especialmente si vivimos en Chile. Probablemente este sea el lugar más seguro del mundo. Pensamos que, aunque afuera puede pasar cualquier cosa, eso no tiene nada que ver con nosotros. Pero el día llegará, y será una tribulación global. El 11 de septiembre fue una tribulación en Estados Unidos. Pero de acuerdo a la Palabra, un día este nuevo terrorismo llegará a su clímax.

De acuerdo a los expertos militares, si se quiere conquistar una milla cuadrada de territorio enemigo utilizando la guerra tradicional, costaría 1.200 dólares. En una guerra nuclear, costaría 800 dólares. Con una guerra química, costaría 500 dólares. Pero si hay una guerra biológica, bastaría sólo 1 dólar. Ustedes pueden entender, entonces, cuán temibles son estas armas de destrucción masiva. No se necesita ser un país como Irak o Corea del Norte para tener armas biológicas: cualquier nación en el mundo puede tenerlas.

De acuerdo a la Biblia, llegará el día en que habrá una gran tribulación, y en ella morirá un tercio de la población del mundo. Pienso que el 11 de septiembre es un llamado a despertar. Significa que la venida de nuestro Señor está muy, muy cerca.

La clonación de niños

El año pasado, cerca de Navidad, escuchamos la noticia de había nacido el primer niño clonado. Al inicio de este año, habría nacido el segundo. En realidad, no tenemos ninguna evidencia. Pero hay algo que realmente molesta a los cristianos, y es que, aunque parezca que esto es un logro puramente científico, detrás de ello hay algo más: está el culto a los ovnis. Y esto tiene que ver realmente con el movimiento de la Nueva Era.

Otra profecía: de acuerdo a la Biblia, habrá un gran reavivamiento de la religión de Babilonia. El movimiento de la Nueva Era es realmente un reavivamiento de la antigua Babilonia, porque la religión babilónica trataba de saber el secreto, el misterio, y la Nueva Era trata de hacer lo mismo, quiere saber el secreto de universo.

En 1973, un individuo de apellido Rael estuvo en Francia. Él visitó un volcán, donde aseguró haber visto un platillo volador. En ese lugar él habría contactado unos alienígenas de sólo un metro de alto. Según su versión, ellos lo invitaron al platillo y le contaron el secreto del universo. Desde entonces Rael ha tratado de contar a todos cuál es ese secreto.

Según él, la humanidad no fue creada por Dios, sino por unos alienígenas que visitaron el planeta unos 25.000 años atrás. Entonces debido al proceso biológico fuimos creados como clones. Pero algún día los alienígenas volverían, así que supuestamente estamos esperando la venida de nuestros creadores. Ellos dicen que los cristianos estamos equivocados, porque en la Biblia Elohim (Dios) en hebreo es plural, y piensan que cometimos un error porque tradujimos Elohim como “Dios”. Así, no hay un solo creador, sino varios creadores. Este es el comienzo del culto a los ovnis.

Ellos están predicando que hay que clonar. En aquel tiempo nadie les creyó, pero después de la clonación de la oveja Dolly ellos dicen: “Nosotros les dijimos que un día iba a haber clonación”. Ellos tienen una empresa y tratan de clonar personas. Dicen que han clonado ya una primera y que clonarán una segunda.

Ahora, ¿de dónde obtuvo su conocimiento la astronomía de hoy? De Babilonia. Los babilónicos nos enseñaron la verdadera ciencia de la astronomía. Nos enseñaron que una hora tiene sesenta minutos, y que un minuto tiene sesenta segundos. Si conocemos la historia de las ciencias, veremos que les debemos mucho a los babilónicos. Pero lamentablemente en ese tiempo la verdadera ciencia de la astronomía estaba en manos de los sacerdotes de la religión. En Babilonia se combinó la ciencia y la religión. Y entonces trataron de sacar un ‘misterio’. Ese es el comienzo de la religión. Cuando esa religión llegó a la India, se convirtió en el budismo. Cuando llegó a Egipto, se convirtió en la religión de los egipcios. Todas las religiones vienen de la religión babilónica. De acuerdo a la Biblia, un día todas las religiones regresarán a Babilonia; de nuevo serán una sola.

Pueden ver, hermanos y hermanas, que no sólo tenemos los vientos de guerra con Irak, sino también están los niños clonados. No sabemos si esto es cierto o no –esperamos que no sea así– pero supongamos que un día se pruebe que estos niños son reales, y entonces nos preguntamos: ¿Qué tipos de personas serán ellos?

De acuerdo a la Palabra, nosotros fuimos creados del polvo; pero no sólo nosotros, también los animales. Pero, ¿por qué el ser humano es tan especial? Porque cuando Dios creó al hombre sopló aliento de vida en su nariz, y el espíritu de vida al meterse entre el barro creó un órgano llamado espíritu. Cuando el espíritu interactúa con nuestro cuerpo, surge ahí la personalidad, nuestras emociones, nuestra voluntad y nuestro intelecto. Esta es nuestra personalidad. Pero esto es solamente en la creación de Dios, porque el espíritu fue creado por Dios.

Los científicos de hoy tal vez puedan reproducir nuestro cuerpo –pueden hacer niños clonados– pero ¿qué pasa con el espíritu? Este cuerpo sin el espíritu es casi como una concha vacía. Entonces espíritus inmundos entrarán en esa concha vacía, y al interactuar sobre el cuerpo humano, ¿qué resultará, qué personalidad tendrán? Una personalidad poseída por un demonio. Cuando eso ocurra, realmente va a ser el fin del mundo. Eso es lo que dice la Biblia.

El regreso de nuestro Señor va a ser como los días de Noé. En aquellos días, los hijos de Dios se casaron con las hijas de los hombres. ‘Hijos de Dios’ allí se refiere a los ángeles, que se juntaron con las hijas de los hombres. Surgió allí un producto muy extraño. La Palabra los llama ‘nefilim’ (gigantes), y debido a eso, Dios tuvo que destruir el mundo por medio del diluvio. Si ustedes se fijan, lo mismo está pasando ahora. Los espíritus inmundos (los ángeles caídos) van a pedir prestado estos cuerpos obtenidos mediante clonación, y al combinarse los dos, van a surgir nuevamente los “nefilim”. No hay duda que ese será el fin del mundo. De aquí ustedes pueden entender que realmente estamos viviendo en los últimos tiempos. Nuestro Señor vendrá muy pronto.

Si ponemos todos estos elementos juntos, el 11 de septiembre y la clonación de niños –aunque no sabemos si esto ya se ha hecho o no– vendrá, de acuerdo a la Biblia, un día en que habrá un gran renacimiento de la religión de Babilonia, y quién sabe, otra vez la ciencia biológica se va a mezclar con la religión, y algo ocurrirá. No hay que impresionarse. Hoy día este es un llamado a despertar; no deberíamos ya seguir durmiendo.

Una tribulación superlativa

Ahora podemos entender por qué en Apocalipsis se habla de doscientos millones. Cuando hablamos de sufrimiento, ¿qué significa eso? Permítanme poner un ejemplo. Es maravilloso ser un niño en casa de sus padres. Algunas veces la madre le dice al niño que tiene que hacer la cama, lo cual es un sufrimiento para él, especialmente si se lo piden tres veces al día. Después que crece y les dice adiós a los padres, él piensa: “No más sufrimiento”. Por eso todos esperan cumplir dieciocho años. Así pues, algunos niños sufren en la casa de sus padres, pero aquí en Apocalipsis el sufrimiento es tan grande que está señalado con el número más grande que registra la Biblia: doscientos millones.

Pero también tenemos el “un tercio”, “un tercio”, “un tercio”. En las primeras cuatro trompetas, un tercio de la tierra será dañada; un tercio de los mares serán dañados; un tercio de los árboles serán destruidos; un tercio de las aguas de los ríos se volverán amargas. Eso es la tribulación, pero no es todavía la gran tribulación. Luego, cuando un tercio de la población sea destruida, eso sí que será una gran tribulación. No es simplemente un tercio de los árboles, o de la tierra.

¿Se dan cuenta que “un tercio” realmente representa el terrorismo, no simplemente el terrorismo, sino el nuevo terrorismo?

Volvamos al 666. Este número solamente es entregado por Juan. Es un número muy importante. La razón del 666, es la misma razón por la que tenemos 153 peces en el evangelio de Juan. Es un número triangular. Solamente a Juan se le dio esta revelación. ¿Por qué en su evangelio él habló de 153 peces? Porque en los cuatro evangelios la palabra “pez” aparece 17 veces. Ahora, 153 es 1+2+3, etc., hasta el 17; es la sumatoria del 1 al 17.

Ahora, 666 es el nombre de la bestia, del anticristo. ¿Cuántas veces aparece la palabra “bestia” en el Apocalipsis? 36 veces. Entonces, 666 es 1+2+3, etc., hasta el 36. Es la sumatoria del 1 al 36. ¿Por qué 1+2+3, etc., hasta 36? Porque significa “acumulación”. Desde la caída de Adán, el pecado se ha incrementado en la humanidad. Cuando lleguemos a la Gran Tribulación, todos esos pecados serán concentrados en una sola persona, el anticristo. Entonces el pecado de la humanidad va a llegar a la culminación. Eso es la Gran Tribulación. Por eso tenemos el 666. Pienso que eso será.

Sea que Estados Unidos tenga una guerra con Irak o no –no lo sabemos– una cosa sí sabemos: que un día cerca de Irak serán descubiertas armas de destrucción masiva, y cuando los ángeles sean desatados allí, entonces un tercio de la población del mundo morirá. En ese momento habrá un resurgimiento mundial de la religión de Babilonia. Va a haber una extraña combinación entre la ciencia como la conocemos y la religión. Entonces muchas cosas van a suceder. Así, pues, realmente estamos llegando al fin de nuestros tiempos.

El rapto de los santos

Ahora bien, hoy día no hay tribulación. De acuerdo a la Palabra de Dios, antes de la Tribulación, ocurrirá el rapto de los santos. Sabemos que hay 20 acontecimientos que deben cumplirse. Pero el número uno no es la tribulación, el número uno es el arrebatamiento de los santos. Nuestro Señor vendrá de vuelta y nos llevará con él. Es decir, no tendremos que pasar por la Tribulación. Así que, vigilemos y oremos. No estamos esperando al anticristo; estamos esperando a Cristo, para que nos lleve con él.

Él vendrá como un ladrón. Cuando un ladrón viene, siempre trata de llevarse nuestro tesoro; no la basura. Si el ladrón viniera a robar la basura, uno desearía que viniera todos los días. Pero no es así; él viene a tomar el tesoro. Nosotros somos el tesoro de Cristo, así que él vendrá y nos llevará. Y esto ocurrirá antes de la Tribulación.

Síntesis de un mensaje compartido en enero de 2003, en Santiago de Chile.