Una alegoría de Cristo en las Escrituras

«Y comerás y te saciarás, y bendecirás a Jehová tu Dios por la buena tierra que te habrá dado» (Deut. 8:10).

Para muchos creyentes la experiencia de una vida más plena en Cristo parece más un sueño ilusorio que una realidad. Tras experimentar el gozo de la salvación, tarde o temprano sus vidas se deslizan hacia la esterilidad, el vacío y la derrota. Y, aunque las bendiciones de Dios permanecen a lo largo de todo el camino, su experiencia diaria dista mucho de estar a la altura de lo que el Nuevo Testamento señala como una vida cristiana normal; vale decir, una vida de continua victoria sobre el pecado, la muerte y Satanás. Y entonces, dado este persistente estado de cosas, muchos creyentes terminan por acomodarse o conformarse a una vida en un plano más bajo, a medio camino entre el cielo y la tierra. Sin embargo, ¿habrá de ser siempre así?

La respuesta que este libro nos entrega resuena con un decidido y enfático ¡No!, y nos llega como una respuesta oportuna y necesaria para aquellos que estamos aún en camino de descubrir más y mejor a Cristo como Aquel que sacia nuestra alma de plenitud. La tierra prometida, más allá del ancho y fatigoso desierto, se nos aparece en sus páginas con toda su hermosura y esplendor, y tan al alcance de la mano, que sólo es cuestión de recorrerla y tomarla en posesión a través de la fe.