La profecía bíblica está asociada a la historia de tres pueblos que habitan sobre la tierra: los gentiles, los judíos y la iglesia de Dios.

No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios».

– 1ª Corintios 10:32.

Hoy habitan en la tierra unos 11.800 pueblos distintos. Sin embargo, Dios ha querido agrupar esta enorme cantidad y diversidad de culturas, razas y etnias, de acuerdo a sus propósitos, en sólo 3 grandes conglomerados: gentiles, judíos y la iglesia (los cristianos). Si queremos entender profecía, debemos comprender este principio que es la base para toda interpretación profética. No se puede participar de dos pueblos a la vez, sólo de uno.

a) Los gentiles: Del capítulo 1 y hasta el 12 de Génesis, unos dos mil años de historia del hombre en la tierra, encontramos un solo pueblo, los gentiles. Allí todavía no hay judíos ni cristianos.

b) Los judíos: Abraham, antes de ser «el primer judío», era «un gentil» (Ez. 16:3, 45). Los nombres «hebreo», «Israel», o «judío»; aparecen recién con el llamado de Abraham y más tarde. (ver Gn. 14:3; 32:28; 29:35). Abraham, siendo «un gentil», fue llamado de Ur de los Caldeos, (hoy Kuwait). Con su salida de Ur y llegada a Canaán recién se le reconoce como «hebreo».

Con esto tenemos ya dos tipos de gentes en la tierra: los gentiles y los judíos. Los primeros dos mil años hay sólo «gentiles». Los segundos dos mil años, desde Abraham hasta Pentecostés, se agregan «los judíos». En los cuatro mil años desde Adán hasta Cristo Jesús… «judíos» y «gentiles».

c) Los cristianos (la iglesia de Dios). Los cristianos salen a la luz cuando el Espíritu Santo bajó del cielo y bautizó a «judíos» y «gentiles» en un solo cuerpo. A partir de entonces tenemos un tercer pueblo sobre la tierra, el llamado «nuevo hombre», es decir «la Iglesia». Este tercer y nuevo pueblo es de una naturaleza totalmente distinta de los otros dos, puesto que es participante de la «naturaleza divina». (2ª Pedro 1:4).

Desde Pentecostés hasta nuestros días, han pasado casi otros dos mil años, en los cuales ha habido en la tierra tres pueblos: los gentiles, los judíos, y la Iglesia de Dios.

Estos tres pueblos permanecerán hasta la segunda venida del Señor Jesús. No hay un  «cuarto» pueblo que deba manifestarse para que el propósito del Señor se complete. Todos los pueblos que debían surgir en la historia de la humanidad ya están presentes en la tierra. Y también hay que notar que Dios hace algo nuevo… cada dos mil años.

Tres líneas de tiempo

Como existen tres grandes pueblos sobre la tierra, hay también en las Escrituras tres líneas de tiempo.  Daniel da la línea de tiempo para los gentiles. Abarca desde el cautiverio babilónico, hasta el regreso del Señor Jesucristo en su segundo advenimiento, y hasta la eternidad futura. Ezequiel, da la línea de tiempo para los judíos. Abarcando desde el cautiverio babilónico y hasta la eternidad futura. Apocalipsis, da la línea de tiempo para la iglesia. Abarca desde la resurrección del Señor Jesucristo y hasta la eternidad futura.

1ª Línea de tiempo: Apocalipsis y la iglesia

Es evidente que el libro de Apocalipsis está dirigido en forma especial a la iglesia, pasajes como 1:4,11; y los capítulos 2 y 3 así lo confirman. Este libro está dividido naturalmente en tres secciones, según 1:19 nos indica:

1. Las cosas que has visto. Cap. 1: «La visión del Hijo del Hombre».  2. Las cosas que son. Cap. 2 y 3: «La historia de la iglesia en 20 siglos».  3. Las cosas que serán después de estas. Cap. 4 al 22. «La tribulación, la gran tribulación y la eternidad futura».

Las siete iglesias de Asia menor (hoy Turquía), eran iglesias que verdaderamente existían en los días de Juan y que tenían la realidad con que se las describe. Sin embargo, igualmente son símbolo de la historia de la iglesia a través de los siglos, y representan períodos de tiempo en que la iglesia ha estado en la tierra como «peregrina».

Laodicea, la última iglesia, ya está presente. No queda más iglesia que esperar manifestarse, toda la historia se ha llevado a cabo en estos dos mil años de cristianismo, y las siete iglesias han pasado por el escenario demostrando su vigencia. ¡Qué cerca estamos del arrebatamiento!

2ª Línea de tiempo: Ezequiel y los judíos

Al mirar el libro de Ezequiel, nos encontramos que en los primeros 32 capítulos se trata de la destrucción de Jerusalén a manos de los babilonios. De los capítulos 33 al 48 tenemos la restauración del pueblo judío. Esta restauración está anunciada en dos fases:

1. Una restauración política y geográfica que tendría lugar al final de los días. (Ver 34:11-16; 34:25-30; 37:24-28; 38:8,16; 39:25-29). 2. Una restauración espiritual. Será la segunda fase de la restauración, cuando vuelva el Señor Jesucristo. (Ezequiel 36:25-27).

Estas dos fases se pueden ver simultáneamente en la visión del valle de los huesos secos, en 37:1-11ª. Esta profecía está conformada de tres partes:

1. La reunión de los huesos, 37:7. Los judíos han estado volviendo a su tierra desde fines del siglo XIX. Lo primero que recuperaron fue su idioma. Después hicieron la canción nacional. Al final de la Primera Guerra Mundial muchos judíos llegaron a la tierra santa. Pero fue después de la Segunda Guerra Mundial que, ayudados por los ingleses, pudieron regresar más de cien mil judíos a su tierra.

2. La segunda parte de esta profecía consiste en que suba tendones, carne y piel sobre los huesos, a fin de que se forme un cuerpo. 37:8. El 14 de Mayo de 1948, apoyados por Gran Bretaña, los judíos formaron el «Estado de Israel», siendo reconocido al cabo de un par de días por varias naciones importantes como Inglaterra, USA, Rusia, entre otras. Esto se ha interpretado como el nacimiento de tendones, carne y piel a aquellos huesos reunidos.

3. La última parte de esta profecía consiste en que este cuerpo, reciba «espíritu», o sea, «vida», 37:9,10. Mateo 24:28 dice: «Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas», otra versión dice: «Donde esté el cadáver, allí se juntarán los buitres». Obviamente, se refiere al pueblo de Israel, ellos son hoy en día «un cuerpo muerto».

Aún esta parte de la profecía no está cumplida. No han recibido al Mesías, a Jesús. Le rechazaron en su primera venida, y todavía tienen los ojos velados. No le pueden ver. Pero será en medio de la gran tribulación que ellos serán asediados por todas las naciones, con el afán de exterminarlos y despojarlos de su tierra. En ese momento se acordarán de Dios y vendrá el Señor Jesús desde los cielos, y en sus alas traerá salud. Los salvará de manos de sus enemigos, y ellos le reconocerán y recibirán la vida de Cristo en sus corazones. Entonces se producirá en ellos «la restauración espiritual».

La restauración física y espiritual tendrá pleno cumplimiento después de la Gran Tribulación, pero Dios ya ha comenzado su trabajo en el presente siglo. Durante los años 1990 a 1998,  850.000 judíos han vuelto de Rusia a Jerusalén. Lo cual es el cumplimiento de Jeremías 16:15; 23:3,8; 31:8.  Sofonías 3:10 dice: «De la región más allá de los ríos de Etiopía me suplicarán: la hija de mis esparcidos traerá mi ofrenda.»

El 24 de Mayo de 1991 se llevó a cabo en Israel una operación llamada «Salomón», un viernes en la tarde y comienzo del sábado (aunque en sábado no se permiten vuelos). Ese día volaron 42 aviones desde Jerusalén hasta Etiopía, y recogieron a 15.000 judíos que estaban muriendo de hambre y fueron llevados a Jerusalén.

3ª Línea de tiempo: Daniel y los gentiles

La consideración del capítulo 2 (en forma especial la última parte, versículos 31 al 45), junto con el capítulo 7, nos permite trazar la cronología de los principales imperios mundiales desde los días de Nabucodonosor.

1. El primer reino está claramente señalado, se refiere al Imperio Babilónico, y al rey Nabucodonosor. La cabeza de oro. Va desde el 605-539 a. C.  2. El segundo reino, de pecho y brazos de plata; se refiere a el imperio Medo-Persa, que es la sucesión de Babilonia, se repartió en dos, como dos son los brazos. Va desde el 539-333 a.C.  3. El tercer reino, de vientre y muslos de bronce, se refiere al imperio griego de Alejandro (el vientre), en el 333-323 a.C. Después de su muerte, cuatro generales de su ejército tomaron el poder, pero dos llegaron a ser los más importantes, uno en el norte (Siria), y otro en el sur (Egipto), aquí están los dos muslos. Va desde el 333-165 a.C.  4. El cuarto reino es de dos fases:  a) Las piernas de hierro: Se refiere al Imperio Romano desde el 46 a.C. y hasta el 117 d. C., donde alcanza su máxima extensión.  b) Los pies en parte de hierro y en parte de barro cocido; es el resurgimiento del Imperio Romano, en los últimos días del gobierno de los gentiles sobre la tierra.

De este último punto nos ocuparemos ahora. Todo lo anterior es historia, ya está cabalmente cumplido. Lo que falta por cumplirse es esta última parte de la profecía. Daniel capítulo 7 nos dirá los mismo que Daniel 2, pero con otras imágenes que fueron dadas cincuenta años más tarde a Daniel.

En 7:8 nos hablará algo nuevo: un cuerno número «once», llamado «el cuerno pequeño». Esta es la primera referencia al que gobernará sobre los diez reyes que representan los diez dedos de la estatua de Nabudoconosor, y los diez cuernos de Apocalipsis 13:1. Osea, el Anticristo, «el último gobierno gentil», levantado por el resurgimiento del Imperio Romano, y cuyo advenimiento se está preparando en nuestros días y ante nuestros propios ojos.

Mucho se habla del resurgimiento del Imperio Romano. En 1991 se decía que la UE (Unión Europea) o la CEE, (Comunidad Económica Europea), era el mejor candidato para ser aquella confederación de 10 reyes, porque habían 9 países miembros y en 1992 entró el décimo, y todos dijeron, ¡ahora tenemos la profecía cumplida!. Pero no es así, porque en estos instantes hay 16 países que son miembros de la UE, y se lucha por incorporar a otros.

Debemos mirar a la historia y ver qué países de la actualidad conformaban el Imperio Romano en los días del apóstol Juan, cuando escribió Apocalipsis, y nos encontramos que hay más de 23 naciones que conformaban el Imperio. Estas son: Portugal, España, Francia, Suiza, Austria, Italia, Checoslovaquia, Hungría, Yugoslavia, Rumania, Albania, Grecia, Bulgaria, Turquía, Siria, Líbano, Jordania, Chipre, Israel, Egipto, Libia, Túnez, y parte de Argelia.

Ahora bien, de todas ellas, hay por lo menos 2 que no pueden faltar a la cita, y aún una tercera; estas son, según Daniel 11:40, Egipto y Turquía, y, probablemente, Grecia o Siria. Y las demás 7 u 8 restantes, de entre todas las otras.

Aquí surgirán 10 reyes que levantarán a «uno» sobre ellos mismos, conocido como el «cuerno pequeño», quien gobernará como un dictador mundial, quitando las libertades individuales, exigiendo adoración como Dios, y persiguiendo de una manera violenta a los Israelitas.

¿Qué se está haciendo en el mundo para este fin?

Se está llevando a cabo: – La reunión de las naciones del antiguo Imperio Romano en Europa. – La restauración del Estado de Israel.   – La creciente hostilidad de todas las naciones que la rodean. – La implementación de un solo sistema de gobierno mundial. – La imposición de un solo sistema monetario. – El desarrollo de una sola religión sincretista en el mundo, basada en el hombre y que será dirigida por un falso profeta. – Los movimientos necesarios en el mundo para la llegada al poder del último dictador. – Una apostasía de proporciones mundiales. En Europa y Asia están contaminados con esto.

Cronología de declaraciones acerca del último gobierno mundial

– En 1876 (en el Times, de Londres): «¿Qué  es lo que toda Europa está buscando? Es al REY DE LOS HOMBRES, a la gran cabeza de la raza helénica, el hombre a quien mil galeras y cien mil hombres se someterán al simple reconocimiento de sus cualidades personales.»

– Diciembre 15, 1922. El CONCILIO DE RELACIONES EXTERIORES,  (CFR) apoya la creación de un Gobierno Mundial en su publicación Foreign Affairs. Philip Kerr, sostiene: «…es obvio que no habrá paz ni prosperidad en la humanidad mientras el mundo se mantenga dividido en 50 ó 60 estados independientes, sino hasta que una especie de sistema internacional sea creado.. »

– Diciembre 12, 1940. En el Registro del Congreso de los Estados Unidos, un documento llamado The New World Order de John G. Alexander, hace un llamado a la creación de una federación mundial.

– 1942. El izquierdista Instituto de Relaciones Pacíficas, publica Post War Worlds, de P.E. Corbett, quien sostiene: «El gobierno mundial es el objetivo principal. Debe ser reconocida la ley de las naciones sobre las leyes nacionales… El proceso deberá ser asistido por la eliminación de cualquier material nacionalista utilizado en cualquier libro de texto, y debe de ser reemplazado con material que explique los beneficios de una asociación a nivel mundial.»

– Junio 28, 1945. El Presidente Truman (EE.UU.): «Deberá ser igual de fácil para las naciones el unirse en una república mundial, como lo es para nosotros, que estamos unidos en la república de los Estados Unidos».

– 1946. The Teacher and World Government,  es publicado por Joy Elmer Morgan, el antiguo editor del NEA Journal (National Education Association). En este libro Elmer Morgan, dice: «Con la finalidad de establecer un gobierno mundial adecuado, el maestro … puede hacer mucho para preparar los corazones y las mentes de la niñez para un entendimiento y una cooperación global… La escuela, el maestro y la profesión organizada deben de ocupar el centro del mismo corazón de todas las agencias que aseguren la llegada del gobierno mundial…»

– 1947. La Asociación Americana de Educación, organizada por John Dewey, hace un llamado a: «…el establecimiento de un orden mundial genuino, un orden en el que la soberanía nacional esté subordinada ante la autoridad mundial».

– 1959. The Mid-Century Challenge to U.S. Foreign Policy es publicado y financiado por la Fundación de los Hermanos Rockefeller. Explica que los Estados Unidos: «… no pueden escapar, y de hecho darán la bienvenida… al objetivo que la historia ha impuesto sobre nosotros. Este es el objetivo de ayudar a la formación de un Nuevo Orden Mundial en todas sus dimensiones: espiritual, política, económica y social.»

– Einstein, el gran científico, dijo: «Hay solamente 3 maneras de salvar el mundo: 1) Una guerra entre oriente y occidente. O sea una mortandad mundial donde mueran unos 3.000 millones de personas, casi la mitad de la población. Y luego mantener un estricto control y orden de la natalidad. 2) Que existan 2 países solamente, Europa y América. 3) Que exista un país solamente y un solo gobierno mundial»

– 1989. El Secretario General de la ONU, dijo: «No quiero ser demasiado dramático, pero basado en las informaciones que disponemos, tenemos solamente de 10 a 15 años de plazo para unirnos, y solucionar los problemas graves. Necesitamos de un solo gobierno mundial, que sea capaz de unificarnos y todos seamos uno».

– 1986. Un miembro del Mercado Común Europeo, dijo: «No necesitamos más de nuevos comités. No necesitamos más de nuevas fronteras. No necesitamos más de nuevos países. Pero sí necesitamos de un Super Hombre, que nos pueda unir y salvar de la destrucción. Necesitamos de un hombre excepcional, inteligente, un super diplomata, un hombre capacitado que pueda salvarnos. Con gusto lo recibiremos. Que sea Dios o Satanás, de cualquier rango o nacionalidad, que venga, que lo esperamos».

Conclusión

Después de haber mirado los tres pueblos que están en la tierra hoy, Gentiles, Judíos y la Iglesia de Dios, y haber ilustrado lo que Dios ha estado haciendo por espacio de varios siglos, y en este último, con respecto a los gentiles y judíos, nos damos cuenta de una cosa: «La noche está verdaderamente avanzada» (Romanos 13:12), y el arrebatamiento de la iglesia está a las puertas. La fecha no la conocemos, pero sí sabemos a la luz de lo que hemos hablado, que está todo cumplido. Nuestro Bendito Señor Jesús está viniendo desde los cielos, eso es un hecho innegable.

En este último tramo de la Iglesia en que nos ha tocado participar, debemos estar atentos como nunca antes los cristianos lo estuvieron. Apercibidos de las cosas espirituales, captando el sentir del corazón de Dios, siempre en humillación y oración, reverencia y obediencia, amándonos los unos a los otros y sirviéndole con temor. Porque nuestro precioso Salvador viene, y su galardón con Él.

Seamos como ese tipo de cristianos que aparece al final del libro de Apocalipsis, y digamos: ¡Sí, ven, Señor Jesús!