Claves para el estudio de la Palabra.

Palabra clave: Advertencia · Versículo clave 7:28, 46:1.

Este libro, de vehemente reprensión a Judá y predicción contra naciones gentiles, es el toque de trompeta de un reformador a los oídos de un pueblo perverso, a quien son dirigidos veinte capítulos de argumentación y apelaciones, que fueron, sin embargo, en vano. Aquí aparece el Mesías como el Renuevo, el Rey en el trono de David, Jehová justicia nuestra, y tipológicamente en la propia persona de Jeremías, cuyo mensaje de arrepentimiento y salvación fue rechazado.

Judá necesitaba oír la voz de advertencia. A la muerte de Josías siguió la decadencia. Incluso los mismos sacerdotes y profetas fueron manchados con el paganismo, la vida licenciosa y corrupción. Poco a poco fueron surgiendo Ritos supersticiosos: adoración a la «reina del cielo» con tortas de Ishtar (Jr. 7:12, 18; 44:18-26) y sacrificios humanos a Moloc.

Jeremías, llamado cuando aún era joven, sostuvo el cetro profético por más de cuarenta años, 628-586 a. C. Casi cien años lo separan de Isaías. Sus advertencias y reprensiones, aunque suavizadas con tiernas súplicas, no sirvieron de nada. Joaquín quemó el rollo de la profecía que había escrito e intentó quitarle la vida. Zedequías en vano fue advertido sobre el inminente cautiverio. Destaca la grandeza de su carácter transparente en su fidelidad sin temor y en su pasión por las almas. Prefirió ser infamado, perseguido, lanzado al calabozo y morir, en vez de retroceder un paso de la verdad. A pesar de su heroísmo y mansedumbre, fue odiado por sus osadas reprensiones. Estaba en un calabozo cuando Nabucodonosor tomó Jerusalén; fue a Egipto con el remanente, y, según la tradición, allí fue apedreado por sus propios compatriotas.

DIVISIONES:

1) Jeremías 1-38. Profecías, etc., respecto a Judá, hasta la invasión de los caldeos.
2) Jeremías 39-44. Profecía e historia después de la caída de Jerusalén.
3) Jeremías 46-51. Profecías contra Egipto, Filistea, Moab, Amón, Edom, Damasco, Cedar, Hazor, Elam y Babilonia. El capítulo 45 es un fragmento aparentemente fuera de lugar, y el capítulo 52 es un apéndice.

Tomado de «Chaves para o estudo da Palabra».